Pero finalmente, y muy a mi pesar, por falta de tiempo solo pude empezar a leer Cuando Falla La Gravedad, el primero de la trilogía.
El viernes por la noche, justo cuando recordé que empezaba la maratón, me di cuenta que había dejado mi libro en la casa de mi abuela, a diez minutos de mi casa. Bueno, por leer esta noche no pasa nada. Craso error. El viernes por la mañana, entre pitos y flautas, no leí apenas, ya que por las mañanas no suelo salir de casa. Al caer la tarde, tras la insistencia de mi querida abuela de comprarme tenis, por fin leí un poco.
El sábado por la mañana leí otro poco pero, como es normal en mí, no demasiado. Sin darme cuenta, llegué a la mitad del libro, por lo que apreté, a sabiendas de que no leería por la noche. A la tarde, tuve que volver a ir a S/C para mirar ropa con mi abuela (si, de nuevo), por lo que perdí parte de la tarde. Y como por la noche había fiesta de cumpleaños en casa de una amiga...
Leer no leí por la mañana del domingo, basicamente, porque no dormí, y me pegué la mañana con Morfeo. Y la tarde la ocupó una vagancia terrible. Resultado: 143 de 223 tristes hojas.
Desde aquí agradezco a Chels Murdoch, la cual me dio la oportunidad de participar en esta grata idea. Asimismo, a quien esté interesado en las maratones de lecturas y, en la bloggosfera en general, les invito a que vayan a http://farewell-stranger.blogspot.com/, donde seguro que encuentran reseñas y entrevistas interesantes. Un abrazo gente.
Bueno, it´s something! xDDDD
ResponderEliminarOtra vez será, no te preocupes.
Un besote y gracias a ti por participar. ¿Cuento contigo para la próxima? :P
Eso es seguro!
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